RECOPILADOR: EDUARDO MOROTE
Había una vez un señor que estaba yendo a un cementerio para visitar a un familiar que había muerto. Después de un rato salió del cementerio y vio que era muy tarde y peligroso para irse a su casa. Entonces decidió quedarse en una casa donde vivía una viejita.
La viejita lo aceptó muy alegre y contenta, al día siguiente, el señor apareció muerto con espuma blanca en la boca y además la casa donde había dormido ya no estaba, en su lugar había un gran muro de cementerios.
Fuente: Mi Abuelito Alejandro Muñoz Moreno
No hay comentarios:
Publicar un comentario