RECOPILADORA: Luz Yhanira Ormeño Ovalle.
Cuenta mi abuelita que este suceso ocurrió por el año 1935 en un pueblito muy atractivo llamado: "San Ildefonso" en el departamento de Amazonas, fundado por los españoles. En este pueblo sus pobladores se dedicaban a la agricultura y crianza de ganado, casi la mayoría de pobladores eran familiares de mi abuelita (LLAJA - ALVARADO).
Cuenta que siempre jugaban en la plazuela. Un día, acordaron ir a jugar al campo con sus compañeros y primos, pero mi abuelita y sus amigas no quisieron ir por temor a ser castigadas, pero Catita, su prima, fue sola (se escapó).
Cuando llegó la noche, no la encontraban por ningún lado, entonces los vecinos y su familia se organizó y fueron a buscarla al campo, y llamaban repetidas veces su nombre, pasada la medianoche, de tanto decir su nombre, escucharon que ella respondió. Su voz llegaba de una quebrada, ahí la encontraron atada con las ramas, la desataron y la llevaron pero la encontraron mal, al día siguiente la llevaron a la iglesia para que le echen agua bendita, pero ya no quedó normal. Se la veía como trastornada, sus tíos comentaban que el haberse encontrado con los duendes la asustaron hasta dejarla como loca.
Luego de 2 años mi abuelita se mudó, ya no la vio, pero sabía por otros que Catita seguía mal
FUENTE: Luz Victoria Merino Llaja (mi abuelita).
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